Durante el mediodía de este 21 de mayo, se confirmó la partida de un ser especial que dejó una huella imborrable en el corazón de los penquistas: La Perrita Oveja. Durante los últimos años, con su peculiar pelaje lanudo, la canina se convirtió en un símbolo de cuidado animal y un ícono de los perritos comunitarios del Gran Concepción.
Oveja sufrió un paro cardíaco. A pesar de los esfuerzos veterinarios por salvarla, su sueño eterno llegó. A sus cerca de 13 años de edad, la perrita dejó un legado de enseñanza y un vacío en los corazones de todos aquellos que la consideraron parte de sus vidas. Entre ellos, los estudiantes UdeC y los penquistas que la conocieron visitando los bares de la Plaza Perú, áreas en las que siempre estaba y en donde incluso se transformó en un mito.
Fuente: www.sabes.cl