LA GESTIÓN DE RIESGO, ANIMALES Y MASCOTAS 

Hace unos días se leía en distintos medios de comunicación cómo varias comunas de la región no tienen actualizado su Plan Comunal de Emergencia y de Reducción de Riesgos y Desastres, el cual debe presentarse al Senapred cada año antes de que inicie formalmente la temporada alta de incendios forestales, que comenzó este 1 de diciembre.

This picture taken on December 31, 2019 shows a horse trying to move away from nearby bushfires at a residential property near the town of Nowra in the Australian state of New South Wales. – Fire-ravaged Australia has launched a major operation to reach thousands of people stranded in seaside towns after deadly bushfires ripped through popular tourist areas on New Year’s Eve. (Photo by SAEED KHAN / AFP)

Llama la atención, después de los últimos mega incendios forestales de la década, cómo algunas comunas, incluso aquellas afectadas por los incendios, no han sido capaces de tener un plan comunal de la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) conforme a la Ley N°21.364. Instrumento que debe considerar acciones estratégicas focalizadas en disminuir la vulnerabilidad del territorio, considerando las principales amenazas y riesgos presentes en la comuna.

Más aún llama la atención, que en algunos planes de los pocos presentados no se desarrolle en forma detallada e integral el cómo abordar en una emergencia el trabajo con los animales, mascotas, animales asilvestrados y fauna autóctona o nativa.

En un mega incendio forestal que afecta la interfaz, espacio geográfico de transición entre áreas rurales y urbanas, se produce un flujo intenso de materiales, energía e información. Es en ese espacio donde diferentes actores ejercen su territorialidad y construyen territorios diferenciados.

Es ahí donde se necesita con urgencia definir acciones que permitan la protección de especies que ya han modificado conductas por un cambio climático que ha alterado su territorio y que cada primavera/verano ven amenazados los equilibrios de sus ecosistemas.

En la gestión de riesgo no solo debe definir la genuina intención de ayudar a las mascotas, animales asilvestrados o fauna nativa, ya que muchas veces quienes realizan esta primera intervención en una emergencia no tienen las herramientas necesarias para entregar esa ayuda en forma eficaz, dejando a la improvisación acciones que pueden terminar perjudicando aún más a un animal.

Respecto a este tema, nuestro país se encuentra trabajando gracias a iniciativas oficiales como la Mesa Temática de Gestión del Riesgo de Desastres Dimensión Animal, impulsada por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) y 14 organizaciones, tanto del ámbito público, privado, universidades, ONG’s y organismos internacionales. Es hora de que los municipios comiencen a conocer y sistematizar planes de acción que visibilicen e involucren a mascotas y fauna en general, entendiendo que la no consideración adecuada puede generar cambios en la conducta animal, sumando otra preocupación una vez terminada la emergencia.

Cristian Mauricio Pareja Diaz 

Ingeniero en Administración

Post Titulo Innovación Pública y Gobierno Abierto 

Diplomado en Control de Gestión del Riesgo de Desastres 

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